viernes, 30 de mayo de 2008

The woman of my dreams

La mujer con la que sueño tiene ojos de todos los colores
tan profundos como los mas lejanos mares
en donde naufragar se vuelve el más dulce de los suplicios
cuando me mira todo se detiene perdiendo el sentido,
mi reflejo en sus ojos me dice que estoy vivo
pero que mi vida ya no es sola mia.
su boca es una conjuncion de bocas
en sus besos esta el sabor de lo prohibido
su respiracion, fuerte, es un vendaval de deseo
indefenso no opongo resistencia
y me entrego a bailar un tango con ella
perdido en el movimiento de sus caderas.
su cuerpo desnudo es libido puro
sus brazos invencibles atrapan mi cintura
sus piernas ardientes me invitan al placer
en la cama junto a ella venzo a la muerte una vez mas
mi vida ya no es mia, le pertenezco
y la parca vendra por mi en una noche futura
si ella no me visita mientras duermo.
La mujer con la que sueño no tiene rostro
se esconde en todas las mujeres
es esa mujer caminando que me mira de cierto modo
esa señora que le da de comer a las palomas en la plaza
o esa chica inocente que tiene ese no se que, de no se donde
es parte de todas ellas
en definitiva, es esa Eva universal de la cual todos estamos enamorados
cuando lo unico que tenemos es el amor a la soledad
con la esperanza de que al dormir ella nos visite en los sueños
y asi ganarle a la muerte una noche más.

Amor al amor a la esperanza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo prohibido debe saber a chocolate con pimienta