lunes, 17 de agosto de 2009

El lirio marchito tiene su aroma

No quedan mas palabras
no hay vision mas cruel
que la realidad,
al suicidarse la ilusion
solo queda enterrarla
los lirios se marchitan
junto con el recuerdo.
Emborracharse ya no sirve
pero es lo unico que queda
el alcohol borra las imagines
se lleva promesas y mentiras,
inundada el alma
la resaca solo deja vacio.
No me busquen
es de noche,
entre tantos vicios
no me encuentro
ya no hay nada,
solo sombras
que se burlan
y por fin veo
ella no esta bajo tierra
se marcho
con alguien,
mejor.

viernes, 14 de agosto de 2009

Traicionera

Cuando un te quiero ya no sirve
lastimas con tu taimada simpatía
llenando los silencios incómodos
que el olvido necesita
que el olvido te suplica.
Traicionera huyes por las mañanas
dejando una nueva víctima
en una fría habitación
llevando tus miedos de equipaje
no hay refugio en tu interior.
Traicionera vuelves por las noches
sin aviso como un recuerdo mortal
vestida de elegante casualidad
disfrazas en dudas tu sonrisa
rompes tu única promesa
de no volver nunca mas.
Un te quiero ya no justifica
no te da derechos, no te reivindica
no interesa donde estuviste
igual alguien cuidara tus heridas
una vez fuerte volverás a andar.
Traicionera la traición te seduce
le das así valor a tu libertad
eterna vagabunda insatisfecha
algún cruel día entenderás
que la soledad se esconde en tu nombre
traicionada por vos misma
terminaras.

domingo, 2 de agosto de 2009

Despues de todo

Descartadas las promesas inmortales
entre noches y sabanas
tiré lo que me quedaba de amor
al buscar tu piel en otra piel
y no sentir el dolor del engaño
porque así de mezquina es mi entereza
que ya no te debe nada
cuando yo lo perdí todo.
Abandonado por los dos
a las garras de un placer innoble
que no por ser compasivo
se niega a matarme,
la tortura nace en las mañanas
en el que ser testigo de mi propio vacío
es mi mayor condena.
Te olvidas del rescate
cuando las calles me hablan de vos
ese infierno se transforma en Mar del Plata
mi pesadilla es esa espera inquieta
pero sin esperanza.
Mientras quisiera quererte
otra vez inofensiva
entre el café de la mañana y un paseo por la costa
sin que la complicidad de tus ojos
se haya transformado en este suplicio.
Y de esta forma no tener que rendirme al olvido
que me envuelve en la soledad de mis noches
intentando quitarme el sufrimiento que me da viva
borrando tu nombre
sin dejar
nada a cambio.