lunes, 13 de octubre de 2008

Un martes de invierno.

Habiamos quedado en vernos una tarde de Agosto, no recordaba bien como era ella,
la habia conocido en una de mis tantas borracheras, por lo que su nombre en mi celular
no tenia ninguna cara como referencia. Hacia frio y realmente necesitaba de unos mimos para
sentirme menos solo.
Algo me preocupaba, no sabia con que tipo de mujer me podia encontrar cuando escuche el timbre.
Abro la puerta y veo 1,60, castaña y un buen escote saludandome, quizas demasiado caderona, un hecho que no me importó obviamente en la madrugada que la conocì, pero que ahora se hacia evidente con la luz del dia.
La invito a pasar, nos acomodamos, charlamos y nos reimos un buen rato y como decia antes, necesitaba unos mimos, de la charla a la risa paso un tiempo muy breve y de la risa al beso hubo solamente un instante màs.
Todo venia bien hasta que escucho sonar mi celular y ella me dice "fijate que es, puede ser importante".
Aca es cuando me doy cuenta que tengo las exs novias mas inoportunas del mundo, una o otra siempre, cuando estoy con una chica, se les ocurre mandarme un mensaje, un te extraño, te quiero, estaria bueno ponernos al dia y charlar o esas cosas que las mujeres nos mandan inocentemente y que nosotros pensamos "listo, quiere una noche de guerra". Despues de eso ya en la cama mi cabeza iba a mil y mis ganas de sexo caian rapidamente. Digamos que no fui el mejor amante para ella y ella no pudo ser el placebo que necesitaba para sobrevivir un dia de invierno.
Prepare un cafe para cada uno, quedamos en volvernos a ver (cosa que seguramente no ocurrirà) y yo sigo cuestionandome en que momento mi cuerpo empezò a rechazar el sexo sin amor por las tardes.

Una historia real que no ocurrio..

1 comentario:

Anónimo dijo...

la chica caderona se robó esas ganas,
denunciala con la policia,