sábado, 4 de octubre de 2008

-Disculpame pequeña pero esta vez no me podes acompañar.
-Pero dejame, me meto en el bolsillo de tu camisa y me escondo, no te molesto.
-Hay veces que no podes venir conmigo y ya paso antes que de repente salís de
adentro de mi atado de cigarrillos, o que estas flotando en una balsa de papel en mi vaso
de ron. Y no vengas con tu excusa de decir que es tu manera de tomar un "Cuba libre".
También asustaste una vez a Anita, no se si te acordas. Le sujetaste la lengua, cual lucha grecorromana pero sin usar esos afeminados trajecitos, con ambas manos cuando intento besarme y le aplicaste
una llave.
-Pero dejame cuidarte, sabes que ir al llamado de esa mujer puede ser peligroso para vos. Además esa Anita era demasiado atrevida por haber tomado solamente un poco de champagne, las burbujas le aflojaban demasiado rapido las piernas, no te convenía.
- Bueno, bueno, Anita no viene al caso.
Ella me llamo, parecía preocupada, decía que necesitaba verme. No puedo resistirme al llamado
de una bella Sirena.
-Lo mismo pensaba Ulises y por eso se puso cera en sus oídos, vos sabes bien como terminaron los que no lo hicieron...
-No seas tan trágica, te prometo que vuelvo antes de las 12 y vemos una película juntos.
-Pero me traes helado, si no, no hay trato.
-Vos siempre ganas pequeña.

Varias horas después, con olor a Channel nº5 impregnado en la piel y (varios) Valmont encima
que hicieron que embocar la gigantezca llave en la pequeña cerradura se convirtiera en una odisea.
-Llegas tarde. ¿Como te fue?
-Me fue, digamos que fue como en el fondo sabia que me iba a ir creo. Tenias razón en que me debería poner la cera en los oídos cada vez que hable con ella. Es una sirena que me hace naufragar siempre en sus piernas.
Unos minutos después..
-Por que no decís nada pequeña?
-Estaba esperando que se haga evidente el momento y poder decir "te lo dije". Sos débil, no podes evitarlo, al margen de que siempre seras un eterno pollerudo.
-Ya se, ya se. Pero entendí algo; ella, ella es de ese tipo de mujeres que parecen perfectas (y que
se creen perfectas), una en un millón, el santo Grial que buscamos los hombres,tan perfecta
que termina estando siempre con hombres claramente mejores que yo, que usan trajes de lunes a lunes pero demasiado cotidianos. Y además yo se su secreto
-Y ese secreto seria..?
-Que es una sirena despiadada que se aprovecha de los hombres que beben unas copas
de Valmont (de más) y que no se pueden resistir al perfume de su cuello y a su voz. Como toda mujer que se cree perfecta es una eterna inconformista y siempre querrá al hombre con el que no puede estar.
-Del mundo que vengo les decimos histéricas.
-Si también tenes razón en eso. Pero al menos te traje helado pequeña, el blockbuster estaba cerrado, así que te debo la película para mañana, pero de amor no lo soportaria, necesito sentirme hombre rudo.
Scarface, necesito un poco de Tony Montana.
-Te odio, la próxima vez me escondo en tu bolsillo y no quiero excusas, no te puedo dejar solo.
Aunque sea te acordaste y me trajiste de Sambayon.

2 comentarios:

s u n dijo...

nunca pueden ser lindas las palabras de duelo, pero bueno, acepto tu comentario porque sé que fue con buena voluntad. un beso!

s u n dijo...

no te preocupes, el duelo es algo bastante subjetivo, y bastante personal. lo del blog fue más bien un exabrupto, una repentina necesidad de escribirle a alguien, o a algo, que hace ya un par de años que está por ahí flotando y tocando la batería en las nubes.


igual gracias por la intención de hacerme reír, lo lograste. un besito.