domingo, 26 de octubre de 2008

Angustia de sabado por la noche

Fue una noche que no debería ser distinta a cualquier otro sábado, pero algo sutil la diferenciaba. Miento nuevamente cuando me preguntan ¿Como estas? y digo que ando bien, o como siempre. No estoy bien, no estoy mal, no se como estoy y no le encuentro respuesta lógica. Por lo general llegada la noche del sábado estoy de buen humor, voy al almacén amigo y me compro un mas amigo todavía fernet o ron. Ayer no fue el caso, ya el viernes no me divertí como suele hacerlo, no tome como suelo hacerlo y no estuve con la gente con la que suelo estar, al pasar la noche del viernes con estas personas (demasiado pedantes y vacías quizás) me acorde porque es que empece a disfrutar tomar solo.
Y si la noche del sábado fue distinta es porque también fue atípico el despertar, sin resaca, sin esa sed y sin nada para contar que valga la pena ser recordado.
Cuando estoy en este estado indefinido, que no se que me pasa disfruto el doble leer personas como Bukowski o Miller, que me hablan de borracheras, de resacas, de prostitutas, de sexo, de apuestas en el hipódromo, personas que no pueden pagar el alquilar y no les importa tampoco. Ese humanismo en su estado mas bruto me llena de vida, ese pesimismo, el mostrar las miserias humanas y el amor sin ser cursi ni idilico, el amor como el vicio mas adictivo, como algo que lastima y nos mata, necesario como respirar, como una cerveza, necesario como soñar que todavia que algo humano en las personas y mas todavia algo en nosotros mismos.
Hoy domingo me levante temprano y camine para ir a encontrarme con mi viejo. Hay una angustia general en la city, la siento en cada baldosa que piso y me escupe agua, en el viento, en los (pocos) arboles, en las nubes y la lluvia, en la la señora que me vende el diario resignada. Llego al hotel y esta mi viejo con el milagro mas hermoso del mundo, mi hermanita, todavía no tiene un año, me ve, se ríe, quiere agarrar el diario y le digo "todavía no gorda, no hay nada que valga la pena ser leído, seguí así mejor que ya vas a tener tiempo para amargarte después". Desayunamos, me tira del pelo, me muerde la oreja, caminamos un poco, se rie mirandome hacia arriba con sus ojos como 2 grandes huevos duro y me rio yo también.
Se van para buenos aires y ya salio el sol, todo fue una tormenta de verano, todo pasa.

Gracias pequeña por enseñarme eso hoy, sin hablar tenes cosas mas importantes para decir que yo, con tus ojos, tu sonrisa y toda esa inocencia que espero que te dure muchos años más. Te quiere tu absurdo hermano mayor, fuiste el mejor remedio para mi angustia este fin de semana.
=)

1 comentario:

Anónimo dijo...

a ver a ver, vcarias cosas que decir. primero que nada, se nota que hay un cambio en vos, yo no te conozco, no sé nada de tu vida pero mirá esas ultimas producciones...
y seguro ya lo sabés pero que va! hay veces que lo más obvio no lo podemos ver.

segundo, las mujeres son tan maravillosas que nos hacen seguir creyendo.

tercero, esa nena me remite a mi, con sus acciones y sus ojos grandes. nada más que a muchos yo no resulto adorable,los años me vuelven diferente, nunca lo entendi.

cuarto, me gusta leerte a mi también, te voy a poner en la listita, sino me olvido, mi burbuja es hermética cual taper.

quinto, qué lindo vivir con mar, nunca me plantié eso, pero debe ser lindo. yo sólo tengo una petroquimica que contamina mis pulmones.

sexto, un saludo.