Al abismo con tu nombre

No tengo motivos
razones
o certezas
que sirvan
para convencerte
de que estés conmigo
estoy aterrado
como un niño que se perdió
en la ciudad más grande de todas
llorando a la espera del rescate
para no irse con la primera extraña
que le ofrezca abrigo
y al final siempre aceptar ese abrigo
esa extraña.
No tengo palabras
que pueda decirte
que me anime
que quieras escuchar
para que dejés tu seguridad
y saltés al abismo conmigo
tomá mi mano
podemos volar
retrasar la caída
los dos juntos
el tiempo que sea
¡que sea todo!
¡que sea nuestro!
Al escribirte esto
ya estoy en el borde
y cuando lo leas
pase lo que pase
ya habré saltado
tomá mi mano
hay tiempo
es todo lo que hay
podemos volar
y si no
no te preocupes
no tengas remordimientos
ni piedad
suerte en tu vida
tal vez yo aprenda a volar
o me estrelle de golpe
la solución del kamikaze.
Igual es mejor la muerte
que esta agonía
de amarte,
maldita palabra
ahora que me caigo
que ya no sirve
me animo a usarla.