Me preguntaba hasta dónde
podía llegar caminando
con mis gastadas Converse negras,
si el candidato de los afiches
esta vez no mentiría
y si los telos del barrio
encerraban más historias de amor que de engaños.
Me preguntaba desde que hora
estaría aquella travesti en la esquina
con sus tacos altos y minifalda,
si podría juntar plata
sin que la policía se la robe
y si ese vagabundo borracho
con su botella podría ganarle a esta vida.
Me preguntaba que eran
todas esas sombras en la noche
tan reales como las pesadillas
si son representaciones del alma
de quienes tienen la conciencia maldita
y si al final del tiempo
todo será sombra y sólo sombra.
Me preguntaba de dónde
venían las mariposas
con todos esos colores que no comprendía
si todas las orugas del mundo
llegarían a volar al menos un día
y si el viento solitario de otoño
era la más cruel melodía.
Me preguntaba que sentido tenía
amar a quien no nos ama
ser amados por quien no podemos amar
si a todas las parejas del mundo
las consumía la desidia
y si ser sincero
significaba ser un suicida.
No encontré las respuestas
el camino es más largo
de lo que creía.