viernes, 16 de julio de 2010

Ovejas Feroces


"Estamos acostados sobre los dos colchones, no uno al lado del otro, pero sí cabeza con cabeza. La arteria de tu sien palpita contra mi mejilla. Tu pelo me toca la nariz pero no hace cosquillas, sólo huele... a champú y a ti. Desde hace minutos u horas apenas si nos movemos, no decimos nada, respiramos superficialmente. Tus ojos están cerrados, los míos se alzan a las ventanas abierta, donde no se muestra nada más que un pedazo de cielo despejado, ni claro ni oscuro. Y en el caso remoto de que quisiera preguntarme algo, sería si se acerca la mañana o la noche. No me siento ni cansada ni despabilada, ni pesada ni ligera, no preciso fumar ni comer, ni beber, ni ir al baño. No tengo necesidad de distancia, pero tampoco ganas de abrazarte. Estoy libre, no para sino de todo, y aun así, no estoy sola..."


Una historia de amor entre una mujer que parece ser bipolar y un ex convicto adicto a la heroína. Hasta ahí parece buena pero tampoco algo fuera del otro mundo, el plus esta dado por dos cosas muy interesante:
Lo primero el contexto, está situada en Alemania en pleno proceso de la caída del muro, el problema es que hacen muchos guiños a personas, calles o lugares de ese país.
Lo segundo, lo fundamental es que el ex convito lleva un diario personal y en ningun momento menciona a la muchacha. Imagen el despecho de la mujer al enterarse, el odio y yo lo se muy bien no hay peor cosa que una mujer despechada y resentida.

1 comentario:

Lola dijo...

Podrías ser columnista de la revista Ñ eh...
Está interesante el libro. Mi jefa me prestó 'Leviatán' de Paul Auster, está buenísimo, so far.