viernes, 5 de marzo de 2010

Acorralado

Y si, parece que es así. En algún momento iba a llegar todo esto, no podía gambetear más el asunto.

Tanto esquivarle a los compromisos, a esas absurdas cenas inventadas para conocer a su familia o de cambiar los paseos de domingo en la costa por una buena resaca.

Quien iba a pensar que justo yo iba a caer rendido, esperando mi destino que se acerca por la alfombra roja, impensado. Sin darme cuenta acá estoy, sin saber que hacer. Transpirando como testigo falso ¿será eso lo que soy? Testigo de lo que me espera y ya no puedo hacer nada para cambiarlo, que cagazo que tengo. La verdad que me iría corriendo, pero me tiemblan las piernas y no tengo a donde ir.

¿Como mierda paso todo tan rápido? La conocí en la fiesta de cumpleaños de Lucas, yo venia de fracasar en una cantidad de relaciones que jamás superaban los primeros meses, pero que lindos meses. Nunca llegaban a ser noviazgos, tenia el don de darme cuenta cuando se estaba poniendo seria la cosa, cuando se le estaba por escapar a alguna un "te quiero" o "quedate a dormir"; como explicarles que me molesta dormir acompañado, me siento frágil mientras duermo y además hablo entre sueños, que se yo si se me escapa alguna palabra prohibida, alguna promesa o nombre equivocado. Nunca tuve problema con dar esos cinco minutos de ternura que exigen después del sexo. Pero siempre terminan pidiendo más, la diferencia que hay entre toda la noche y cinco minutos es el problema que tienen las mujeres, ese sobrevalorado sentimentalismo.

Lucas la puta que te parió, me cago en vos. Tenia que invitarla justo a ella a su cumpleaños. Me acuerdo que me la presento y nos dejo hablando solos. Ella estaba divina, era lo mas hermoso que había visto en un vestido corto; bronceada, color de pelo indefinido (supongamos que en esa fiesta era rubio, pero era evidente que antes había sido castaño, morocho e incluso colorado) unas piernas que brillaban y terminaban en unos dedos con las uñas pintadas, ¡tenia los deditos pintados!, no se si le estaba buscando algún defecto o que, pero hasta en esos detalles me había fijado.

Claramente empecé perdiendo la batalla desde que me dijo "Hola, me llama Paula", desde ese momento toda la fiesta giro en torno a ella. Me contó de su vida, de lo que hacia, lo que le gustaba, odiaba, de sus errores, de sus frustraciones con los hombres. Escuche cada palabra, no solo me la quería llevar a la cama sino que le prestaba atención, charlamos durante un buen rato, yo trataba de no hablar mucho y al principio evitaba cualquier pregunta comprometedora, al poco tiempo me sorprendí siendo sincero con una desconocida, ¡me estaba abriendo!.

De la charla pasamos al baile, del baile al beso, de su boca al cuello y en un rato estábamos yéndonos en su auto a mi departamento. Estuvimos todo el fin de semana en mi casa desnudos, no podía creer la química que teníamos y que encima podía dormir de corrido junto a ella. A los días me encontraba paseando agarrado de su mano, entrecruzábamos los meñiques cuando mirábamos películas, en mi baño apareció un cepillo de dientes que no era el mío y varias cremas para el pelo. Un Martes 13 me regalo una remera y dijo "Felices 6 meses". ¿Estábamos festejando meses de una relación? ¡¿Cuándo pasó!?

Ahora que lo pienso ella me vive retando, le molestan mis vicios y mi desorden constante, me pide que madure, que me afeite y siempre terminamos viendo las películas que ella quiere (juro que si veo “El diario de Bridget Jones” una vez mas me pego un tiro). Es odiosa, histérica, vegetariana y no entiende nada de fútbol. Me pega codazos para despertarme mientras duermo y me pregunta “¿Estabas durmiendo?”, pero esas noches en las que no esta casi no puedo dormir. Adora a los perros callejeros y siempre les da algo de comer e intenta cuidarlos (bueno es muy parecido a como me rescató a mi), armó un jardín en mi balcón y le pone cáscara de huevos a las plantas para darles calcio y en los domingos ya me olvide de las resacas para poder acompañarla a esos paseos culturales que tanto le gustan. Siendo sincero es la mujer más fantástica que conocí en mi vida, la persona más buena. Logró mentirme como ninguna otra, fué mas inteligente que yo engañándome al dejar que piense que era libre y no teníamos nada serio y de repente me estaba decorando mi departamento sin pedir permiso (cortinas, estatuillas y cuadros. Compró posa vasos e individuales, esas cosas que en departamento de hombre SOLTERO no hay, pero aunque jamás se lo admita a ella son realmente útiles y ahora me molesta que alguien deje su vaso marcado en los muebles).

Y así pasaron tres años, los mejores de mi vida. Sigo transpirando, pero mas que miedo me parece que es ansiedad por empezar a vivir el resto de mi vida con ella. A mi derecha esta Lucas disfrazado de padrino. Y veo entrar por la puerta a la mujer más hermosa usando un vestido blanco.


(encontre una carpeta de un taller que hice)

1 comentario:

noe mas dijo...

Nunca tuve problema con dar esos cinco minutos de ternura que exigen después del sexo.

Key word: exigen! Te juro que me siento mal, pero yo los necesito. Y si son más que 5, chocha de la vida!!