Acabo de matar una mosca
con mis propios dedos
ya no escucho su aleteo
no me distrae mientras escribo
con total impunidad podria fumar un cigarrillo.
Acabo de matar a una mosca
con mis propios dedos
sentí como todo en ella se rompía
el resquebrajar de su cuerpo
liberó sus fluidos
que mojan mis dedos.
Acabo de matar una mosca
todavía la siento morir en
mis dedos
tanta crueldad sin sentido
estoy arrepentido.
Estas palabras son para vos mosca
eras mi única compañía
y ahora que no haces más ruido
el silencio junto con la muerte
vienen por mi.
lunes, 2 de noviembre de 2009
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