No te sirven las conjeturas

Te acordás, realmente te acordás
la noche que no podías dormir
esa botella cómplice de ron
la canción que bailamos en la calle
lo que dijimos cuando salía el sol
ese cuarto que no pagamos el alquiler.
Te arrepentís, realmente te arrepentís
de las promesas incumplidas
de haber buscado amor en el mismo bar
de no saber soñar despierta
del beso de despedida
de alguna vez animarte a decirme que si.
Te preguntás, realmente te preguntás
que pasó la mañana que te fuiste
dónde es que se oculta el sol
si todo fue una mentira
quién es esa persona que esta a tu lado
por que razón no soy yo.

Recien fuimos a la feria del libro de mar del plata con un amigo. Lo mejor una promotora que no se que me ofrecia pero se lo hubiese comprado con todo gusto.

Entre el domingo y el lunes.

Te escribo a vos, día de mierda
que me despertás y ya estoy cansado
A vos, que te tomas mi ron cuando me doy vuelta
que te gusta presentarme mujeres hermosas para que me dejen
A vos, que les decís a todos que me digan señor
que me robas los forros justo cuando se da la oportunidad.

Te escribo a vos, día de mierda
que sabes lo que me pasa y no me queres decir
A vos, que duras mas de 24 horas
que en el horóscopo decís que tengo problemas de pareja y sabes que estoy solo
A vos, que salvas a Racing del descenso
que apoyas la ley de regulación de boliches y consumo de alcohol.

Te escribo a vos, día de mierda
que tengo resaca y haces que haga calor para que duela
A vos, que elegís las galletitas rellenas del paquete de surtidas
que te gusta verme escribir cuando no se me ocurre nada
A vos que sos la misma pagina en el libro una y otra vez
que si alguien llama nunca es ella.

Te escribo a vos, día de mierda
que tus consejos son siempre que madure
A vos que cuando llego tarde nunca pasa el colectivo
que no me avisas cuando tengo la bragueta baja
A vos que sos tan cobarde que no das revancha
que te escondes en algun par de piernas, en el viento, en el sol.
Te espero mañana, si te animas.

La muerte está a un segundo de distancia

Acabo de matar una mosca
con mis propios dedos
ya no escucho su aleteo
no me distrae mientras escribo
con total impunidad podria fumar un cigarrillo.
Acabo de matar a una mosca
con mis propios dedos
sentí como todo en ella se rompía
el resquebrajar de su cuerpo
liberó sus fluidos
que mojan mis dedos.
Acabo de matar una mosca
todavía la siento morir en
mis dedos
tanta crueldad sin sentido
estoy arrepentido.
Estas palabras son para vos mosca
eras mi única compañía
y ahora que no haces más ruido
el silencio junto con la muerte
vienen por mi.