Empecé este blog cuando tenía 23 años. En ese momento pensaba que lo de veinteañero era para siempre, un nombre eterno. No había más futuro que unos fines de semana, unas botellas y las minas que podía cogerme entre esos fines de semana y esas botellas.
No sé cuántas personas habrán leído, quiénes se habrán ofendido y a quiénes les gustará lo que escribo, pero algunas almas perdidas se fijaron en este cínico y ocurrieron milagros.
No sé cuántas cosas pasaron hasta acá en este tiempo, pero tengo canas y varios kilos de más, eso debe significar algo.
La vida es un misterio y los relojes funcionan mal, todos. Entre ayer y hoy pasó un año, tengo 30 y no sé lo que significa..
miércoles, 4 de junio de 2014
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